Cómo aprendí a vender como afiliado sin experiencia previa (y lo que haría si empezara hoy)
Hace no mucho, yo también estaba buscando cómo ganar dinero desde casa. Había leído sobre el marketing de afiliados, había probado cosillas… pero la verdad, no tenía ni idea de cómo hacerlo bien. Iba a ciegas. Probaba plataformas, copiaba lo que veía en YouTube, pero no entendía el «por qué» de las cosas. Y eso, créeme, hace toda la diferencia.
Este artículo no es una guía paso a paso técnica. Es una recopilación de todo lo que yo mismo fui descubriendo en el camino, desde cero. Qué cosas me funcionaron, cuáles no, y sobre todo: qué haría diferente si hoy tuviera que empezar sin experiencia. Ojalá alguien me lo hubiese contado así desde el principio.

1. Dejar de buscar atajos (el principio del cambio)
Durante mucho tiempo estuve buscando el famoso «método secreto». Y en serio, perdí semanas (por no decir meses) dando vueltas entre canales de YouTube, reels de Instagram y blogs que prometían ingresos pasivos sin hacer nada. ¿El resultado? Frustración, cero resultados y una buena dosis de desmotivación.
¿La realidad? No hay atajos mágicos. Pero sí hay caminos más claros, con menos tropiezos, si sabes qué hacer.
A veces, el mayor problema no es la falta de información, sino el exceso de ella. Te saturas con tanto contenido, pruebas mil cosas a la vez y al final no entiendes nada. Por eso, tener una hoja de ruta, aunque sea sencilla, te ahorra muchísimo tiempo y errores. Porque cuando sabes hacia dónde ir, avanzas más rápido, incluso sin experiencia.

2. Entender cómo funciona realmente el marketing de afiliados
Hasta que no entendí esto, no avancé:
- No se trata de poner enlaces y esperar ventas.
- No se trata de spamear en grupos o foros.
- No se trata de vender por vender.
Lo que me cambió el chip fue entender que el marketing de afiliados va de ayudar a alguien a tomar una buena decisión. Tú conectas una necesidad con una solución real. Punto. Si haces eso bien, las ventas llegan.
Y cuanto mejor conozcas a ese «alguien», más fácil será ofrecerle algo que realmente le ayude. No necesitas miles de visitas, ni miles de seguidores. Solo necesitas aportar valor a la persona adecuada. Cuando entendí eso, todo cambió.
3. Elegir una sola estrategia y enfocarme
Otro gran error: querer hacerlo todo a la vez.
- Quería hacer YouTube, Instagram, blog y email…
- Quería vender productos físicos, digitales, herramientas…
- Me saturaba. Y no hacía nada bien.
¿Qué funcionó? Elegir una sola estrategia y un solo canal. En mi caso, fue crear contenido útil a través de artículos y correos. Pero puede ser YouTube, un blog o incluso TikTok si se hace con estrategia.
Mi consejo: empieza con una sola vía de contenido. No intentes hacerlo todo el primer mes.
Con el tiempo puedes diversificar, sí, pero al principio menos es más. Es mejor tener una estrategia clara y enfocada que intentar estar en todas partes sin consistencia. Es uno de los errores más comunes que veo, y también uno de los más fáciles de evitar.
4. Apostar por productos en los que confíe (sí, se nota)
Cuando promocionas algo que realmente has usado o en lo que crees, se nota. El contenido sale más fácil. Las recomendaciones son naturales. Y el lector lo percibe.
Dejar de promocionar cosas solo por la comisión fue clave para mí. A partir de ahí:
- Solo recomiendo cursos o herramientas que conozco.
- No vendo lo que no usaría.
- Si algo no me convence, no lo promociono, punto.
¿Resultado? Menos ventas vacías, más confianza de quien me lee. Y más satisfacción personal.
Y, aunque parezca que así se gana menos, es todo lo contrario. Ganas a largo plazo. Porque la gente vuelve, confía en ti y recomienda lo que compartes. Y eso, hoy en día, vale oro.
5. Crear contenido con intención (no solo por publicar)
Antes escribía lo primero que se me ocurría. Ahora, cada artículo o email tiene un objetivo claro:
- Educar
- Resolver una duda
- Comparar opciones
- Inspirar a actuar
Cuando haces esto, tu contenido deja de ser «uno más» y empieza a conectar de verdad. La gente confía, vuelve, y te recomienda. Y ahí es donde empieza a generarse el círculo bueno.
Recuerda que el contenido es tu mejor vendedor. No es solo para atraer tráfico, sino para construir una relación. Y cuanto más auténtico seas, mejor te funcionará. No necesitas ser perfecto, solo útil y real.
6. La importancia de construir mi marca personal (aunque no seas influencer)
No necesitas ser famoso. Pero sí necesitas que la gente te reconozca por algo:
- Cómo hablas
- Qué compartes
- Qué valores transmites
Yo no salgo, pero la gente sabe que escribo como hablo, que voy al grano y que si recomiendo algo, es porque lo he probado. Eso también es marca.
Tu marca personal no es un logo ni un nombre bonito. Es la experiencia que se lleva alguien después de consumir tu contenido. Y eso, lo construyes con coherencia, día tras día.
7. Tener un sistema para captar leads (y no depender de Instagram)
Otra cosa que aprendí «a palos»: depender solo de las redes sociales es un error. Hoy llegas a miles, mañana el algoritmo te esconde.
¿Qué hice? Empecé a construir una lista de suscriptores. Nada loco:
- Un formulario conectado a MailerLite
- Un lead magnet sencillo (guía, checklist, ebook…)
- Correos que ayudan, no solo venden
Y eso me permitió tener una base real. Gente interesada de verdad. Gente con la que tengo una relación directa.
Y lo mejor es que es un canal tuyo. Nadie te lo puede quitar. Da igual si Instagram cierra, si Facebook cambia el algoritmo… tu lista de correo sigue ahí. Y eso, en el mundo digital, es tranquilidad.

8. Medir lo que hago y mejorar poco a poco
Antes publicaba y cruzaba los dedos. Ahora mido:
- Qué artículos generan más clics
- Qué correos tienen más respuestas
- Qué tipo de contenido convierte más
Y no me vuelvo loco. Una vez cada dos meses reviso todo, ajusto y listo. Mejor hacer algo básico bien, que complicarse y no hacer nada.
No necesitas métricas sofisticadas ni herramientas caras. Con que entiendas qué está funcionando y qué no, ya estás un paso adelante. Y eso te permite mejorar, sin quemarte.
9. ¿Y si tuviera que empezar hoy desde cero?
Si volviera atrás, haría esto:
- Elegiría un nicho que me interese (aunque no sea experto)
- Buscaría 2 o 3 buenos productos (idealmente infoproductos)
- Abriría una cuenta en MailerLite y crearía un lead magnet sencillo
- Empezaría a crear contenido útil en un solo canal (blog, YouTube o Instagram)
- Usaría las redes solo para atraer tráfico, no como base del negocio
- Mediría cada semana lo que funciona y lo que no
Y sobre todo: dejaría de compararme con gente que lleva años. Cada uno tiene su ritmo.
No esperes a tenerlo todo perfecto. Porque eso nunca llega. Lánzate con lo que sabes, aprende en el camino y mejora sobre la marcha. Es la única manera de avanzar. Pasa a la acción.
Conclusión: no necesitas experiencia, necesitas enfoque
Si tú también estás empezando o llevas tiempo y no ves resultados, espero que esto te ayude. No necesitas un máster ni años de experiencia. Pero sí necesitas dejar de saltar de un lado a otro y empezar a construir con intención.
Haz lo que puedas, con lo que tienes, desde donde estás. Porque si yo pude, tú también puedes. Y si quieres ir más rápido, con una hoja de ruta clara, te dejo aquí mi experiencia con el curso que me cambió la forma de verlo todo 👇